sábado, 22 de septiembre de 2012

El economista jefe de Citigroup, un analista sin pelos en la lengua




Willem Buiter se ha forjado una carrera siendo un fastidio para políticos y jefes de bancos centrales.

En una de sus peleas más recientes, el economista jefe de Citigroup Inc. contrarió a altos representantes del Banco Central Europeo cuando advirtió que nuevas normas obligarían a la entidad a aceptar garantías "basura" a cambio de préstamos para los gobiernos del continente, según fuentes cercanas.


A Willem Buiter, economista holandés de 62 años y autor del artículo 'Alice in Euroland', le gusta decir cosas que escandalicen a la gente.

Cuando algunos miembros del BCE lo llamaron para quejarse y pedirle que suavizara su posición, el economista holandés de 62 años afiló aún más su postura y publicó un informe todavía más cáustico.

Buiter y una vocera del banco central no quisieron hacer comentarios sobre el incidente.

La mordaz franqueza de Buiter es inusual en analistas senior de grandes bancos, que suelen bailar a un mismo son con el objetivo de no alienar a clientes y reguladores importantes.

Buiter, sin embargo, es un experto en el tema. En 1999, cuando todavía era un académico prácticamente desconocido, acaparó la atención del mundo financiero con un artículo de investigación titulado Alice in Euroland (Alicia en Eurolandia) sobre la recién creada moneda común de Europa.

"Me gusta decir cosas que escandalicen a la gente", dijo Buiter durante un almuerzo reciente en las oficinas de Citigroup en Nueva York.

No obstante, el ex miembro del comité encargado de fijar las tasas del Banco de Inglaterra es más que un simple provocador. Su artículo presagiaba muchas de las fallas y deficiencias en la construcción del euro que ahora se han vuelto evidentes.

La semana pasada, Buiter volvía a las andadas, ahogando el optimismo que se había ido forjando tras la cumbre de la Unión Europea de junio al advertir que las medidas "siguen siendo insuficientes para garantizar la supervivencia de la zona euro".

Su inclinación por no morderse la lengua ha hecho que sus artículos sean de lectura obligatoria entre los grandes inversionistas. Su creciente fama en los círculos financieros también está favoreciendo la credibilidad de Citigroup conforme trata de sanear su imagen después de la crisis.

"Intento leer todo lo que escribe", dijo Mohamed El-Erian, presidente ejecutivo y codirector de inversiones de Pacific Investment Management Company, o PIMCO, el gigante de bonos. "Ofrece una perspectiva diferente de la sabiduría colectiva".

Si bien las incisivas perspectivas de Buiter ayudan a reforzar el perfil de Citigroup entre los grandes clientes, no son celebradas por los representantes del gobierno que son blanco de sus críticas. El analista admite que sus opiniones a veces pueden hacerles la vida difícil a los ejecutivos de Citigroup.

"Preguntan: '¿pero qué has dicho? Tengo que reunirme con esta gente'", señaló Buiter.

En marzo, cuando Buiter escribió que España estaba "más cerca que nunca de una reestructuración soberana", autoridades españolas lo criticaron durante un foro público y llamaron a Citigroup para quejarse, según fuentes al tanto.

A pesar de la ansiedad, parece que por ahora Citigroup no ha perdido negocios como resultado de la lengua mordaz de Buiter. El banco sigue siendo uno de los mayores colocadores de bonos soberanos y ha ayudado a España a recaudar US$33.000 millones desde 2008, según Dealogic.

Además, ser vapuleado por funcionarios públicos no es nada nuevo para el analista. Después de publicar su informe de 1999, Otmar Issing, entonces un influyente miembro del BCE, respondió al escepticismo de Buiter con su propio artículo titulado Willem in Wonderland (Willem en el País de las Maravillas. En un e-mail reciente, Issing dijo que Buiter tenía "muchas ideas originales, con las que uno puede no estar de acuerdo pero que aún así merecen una reflexión".

Los enfrentamientos no asustan a Buiter. "No he desarrollado una úlcera como resultado de este trabajo", aseveró. Asegura que el banco nunca le ha pedido que baje el tono de sus comentarios.

Es más, lejos de alinearlo, sus posturas han elevado su perfil tanto dentro como fuera del banco.

"Lo que buscábamos en un economista jefe era alguien que asumiera una posición considerada", dijo Hamid Biglari, director del grupo de mercados emergentes de Citigroup. "Eso no significa que los banqueros no se estremezcan" con las cosas que ha dicho.

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