lunes, 2 de marzo de 2015

Como abrir un fondo mutuo en el Perú


Como todas las personas o casi todas tenemos dinero ahorrado para cualquier imprevisto.Siempre es bueno invertir un pequeño porcentage,para cualquier tipo de adquisición futura ,incrementar la renta o el valor de nuestro dinero .esto depende de lo que estaremos dispuestos a invertir.No se necesita ser un gran inversionista o conocedor de temas de acciones , bonos . Expertos en inversiones ,investigan,compran ,venden por nuestra cuenta.

en el Perú existen mas de 81 fondos mutuos donde elegir ..como mimino para la inversión incial es de S/.400.00 Nuevos soles o más S/.10,000 en algunos fondos. En moneda internacional en este caso el Dólar Norteamericano es el medio por el cual muchos ahorramos el ticket minimo es de$ 200.00 a $10,000 .
Para invertir el dinero se necesita:
1.- Selecionar el Fondo Mutuo al que se decea invertir o Depositar el dinero ahorrado.

2.-Acudir con el dinero a despositar en cualquier institución de Fondo Mutuos llamado Sociedad Administradora de Fondos Mutuos.Comunmente en el Perú estas son majenados por los bancos (ir a platarforma ,ventanillao  un asesor de banca personal que existe en cualquier banco )

3.-leer y firmar el contrato de administración ;llenar la hoja de datos de participe,el cual será entregado por un agente o funcionario ,para la apertura de FOndos con acciones es el gerente de agencia quien evaluar el perfil del inversionista antes de abiri un fondo de acciones que sule ser muy volatil y riesgoso.

4.- Para suscripciones posteriores o subyasientes .acudir a cuaquier oficina o agencia a nivel nacional.
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jueves, 29 de enero de 2015

Cómo mantener la calma en momentos de volatilidad en el mercado



¿Cómo se siente cuando las acciones caen precipitadamente un día, sólo para ascender eso y más el siguiente?

Si la volatilidad del mercado le pone los nervios de punta, bienvenido al club.

“Tanto las noticias negativas como las noticias positivas hacen que la gente se estrese”, apunta John Grable, profesor de planeamiento financiero de la Universidad de Georgia en Athens y desarrollador de pruebas de tolerancia al riesgo.

Grable, que estudia cómo las noticias financieras afectan a la gente, indica que las buenas noticias pueden ser más estresantes que las malas ya que “las personas perciben que se están perdiendo una oportunidad”.

La pregunta para los inversionistas es la siguiente: ¿mueve su dinero en reacción a ese estrés?

Los típicos inversionistas tienen la reputación de equivocarse al elegir el momento oportuno del mercado: compran alto y venden bajo. Es por eso que hay una consistente brecha entre los retornos de los inversionistas y los retornos del mercado.

“Las mayores pérdidas ocurren después de un declive del mercado”, según un estudio de la firma de investigación de mercado Dalbar, debido a que los inversionistas venden cuando el mercado desciende y después esperan demasiado tiempo antes de volver a comprar.

A menudo esto se debe a que el temor impulsa las decisiones de los inversionistas. El mercado comienza a caer y, en respuesta, vendemos. “Respondemos emocionalmente a una pérdida. No nos podemos controlar”, expresa Michael Finke, profesor del departamento de planeamiento financiero personal de la Universidad Texas Tech.

Perder dinero activa una parte más emocional del cerebro, dice. Y el acceso fácil a la información no mejora la situación.

“El problema es la combinación de ser demasiado sensible a las pérdidas y luego ver las pérdidas a corto plazo con una lupa”, dice Shlomo Benartzi, profesor de la Universidad de California en Los Ángeles y economista comportamental jefe en Allianz.

Si usted es un inversionista con un objetivo a largo plazo, como la jubilación, mantenga su enfoque, aunque esto es algo que puede requerir esfuerzo.

Algunos consejos que le pueden ayudar:

1. Ponga las pérdidas en perspectiva:

En lugar de enfocarse en su balance ahora comparado con el del mes previo, considérelo en términos anuales, señala Meir Statman, profesor de finanzas de la Escuela de Negocios Leavey de la Universidad de Santa Clara.

Los inversionistas a menudo se desaniman “porque ven la perspectiva de meses en lugar de la perspectiva de años”, señala.

Una forma de enfocarse en el largo plazo: utilice una calculadora en Internet para proyectar sus ingresos de jubilación.

2. Concéntrese en metas concretas

La mayoría de la gente ni siquiera se da cuenta cuando el miedo impulsa sus decisiones, afirma Richard Peterson, director gerente de MarketPsych, una firma de investigación y consultoría.

Por lo tanto, es crucial para los inversionistas entrenar sus cerebros para enfocarse en metas futuras, dice.

Todo inversionista debería detenerse y preguntarse a sí mismo cada semana: “¿dónde quiero estar en 20 años? ¿Cómo se ve? ¿Cómo se siente?”, dice. “Esto le permite a uno disipar las emociones fuertes y sustituirlas con un sentimiento de un plazo más largo”.

3. Reevalúe su tolerancia al riesgo

Un período de volatilidad en el mercado es el mejor momento para echar otro vistazo a su tolerancia al riesgo. ¿Encajan sus elecciones de inversión con su apetito al riesgo?

“Cuando el mercado está en alza y la gente está tomando estas pruebas de riesgo (…) tiende a responder excesivamente del lado positivo”, dice Grable.

“Sus calificaciones de riesgo probablemente están demasiado sesgadas hacia arriba. El mejor momento para medir su tolerancia al riesgo es durante malas noticias”, acota Grable.

Si se da cuenta que está menos dispuesto a asumir riesgo de lo que pensaba, considere realizar cambios en su portafolio.

4. Mire hacia otro lado

Intente resistirse a mirar aplicaciones de datos bursátiles en su teléfono, al igual que otras fuentes de noticias de mercado diarias, independientemente de si el mercado está al alza o a la baja, recomienda Benartzi. “A la baja, podrían espantarse y entrar en pánico y vender cuando toca fondo. Al alza, podrían pensar que todo seguirá subiendo y asumirán demasiado riesgo”.

Reequilibrar es importante —anualmente venda los activos que han tenido buen desempeño y reinvierta en lo que han tenido mal desempeño— para asegurarse de que su portafolio refleje su plan de asignación de inversiones, ya sea 80% en acciones y 20% en bonos u otra relación.

5. Elabore un plan específico

Desarrolle un plan escrito con puntos de acción que describan cómo se comportará en situaciones concretas en el mercado, aconseja Peterson.

Por ejemplo, “Si mi portafolio cae 20%, sacaré dinero de las inversiones con mejor desempeño y compraré activos con desempeño inferior”.

6. No olvide el pasado

El recuerdo de que hemos vivido este tipo de volatilidad, y mucho peor, antes podría calmar los nervios de los inversionistas. No olvide: aquellos con un enfoque a largo plazo que invirtieron en la bolsa de valores durante los puntos bajos de 2008 y 2009 salieron ganando con el tiempo.

Mantenga la mente abierta con respecto al futuro. “Solemos ver un futuro. No solemos ver el espectro de posibilidades”, expresa Benartzi. “Cuando uno de los otros futuros sucede, bueno o malo, nos conmocionamos”.

fuente:http://online.wsj.com
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Lecciones de gestores de fondos con décadas de experiencia



Algunos gestores de fondos lo han visto todo.

Pese a que la percepción entre muchos inversionistas es que la gestión de inversiones es para jóvenes, la verdad es que hay muchos gestores que siguen trabajando más allá de la edad de jubilación.

“No es raro”, dice Russ Kinnel, director de investigación de fondos en Morningstar Inc. MORN -1.12%  en Chicago, al señalar que los gestores no tienen restricciones legales en cuanto a los años que pueden trabajar. “Sucede principalmente en firmas pequeñas donde la persona es al menos un fundador o un socio”, agrega.

Les pedimos a un puñado de estos gestores con décadas de experiencia que compartan lo que han aprendido a lo largo de los años. A continuación, un poco de su sabiduría.

Espere lo inesperado


John Osterweis Osterweis Capital
John Osterweis, de 72 años, comenzó a trabajar en la industria en 1969. En 1983, fundó Osterweis Capital Management, que ahora maneja US$10.000 millones en activos y cuyos productos incluyen los fondos Osterweis Fund, Osterweis Institutional Equity Fund, Osterweis Strategic Income Fund y Osterweis Strategic Investment Fund.

Osterweis, director de inversión y principal gestor de portafolio de valores y estrategias balanceadas flexibles, afirma que aprendió en carne propia a no prever que una corrección del mercado se produzca de la misma forma que otras anteriores.

En 2008-2009, por ejemplo, dice que muchos inversionistas de “value investing” (los que buscan acciones con fundamentos sólidos que se consiguen a precios de descuento) pensaron que el sector financiero experimentaba sólo “una pequeña corrección”, por lo que compraron o conservaron títulos de estas firmas a medida que la situación se deterioraba. En realidad, “los bancos fueron aniquilados”, dice.

Su firma se dio cuenta de que 2008 no era una corrección habitual tras el colapso de Lehman Brothers, señala Osterweis.

“Tuvimos cerca de 50% en efectivo y eliminamos todas las (acciones) financieras porque no teníamos idea de qué tan mal se iba a poner la situación”, sostiene. “No asuman que las cosas serán como han sido siempre”.


Sig Segalas Jennison Associates LLC
Siga evolucionando

Sig Segalas, de 81 años, cofundó Jennison Associates LLC en 1969 y administra desde 1990 el fondo Harbor Capital Appreciation Fund, con US$25.000 millones en activos. Aunque ha trabajado en el sector durante más de 50 años, dice que no puede confiarse en esa experiencia. El mundo evoluciona continuamente, asegura, y los inversionistas exitosos lo reconocen y están dispuestos a cambiar también.

Un gran cambio desde sus comienzos en la industria son las mayores opciones para invertir más allá de las acciones estadounidenses. “No pasé demasiado tiempo en Europa ni Asia, pero ahora todo es un mundo”, dice. “Esto significa que nos están obligando a buscar oportunidades fuera de Estados Unidos, más que antes”.

Manténgase fiel a una filosofía

A la vez, es importante adoptar una filosofía de inversión y serle fiel más allá de los vaivenes del momento, señala Segalas. “A veces las acciones pierden el favor y Wall Street dice que es tiempo de hacer esto o lo otro, pero tienes que aferrarte a tu filosofía de inversión y las características de las compañías que crees que funcionan”, afirma.

Si no es tan bueno para evaluar acciones de empresas de commodities, por ejemplo, entonces no debería hacerlo, aconseja. Acepte que habrá períodos cuando las acciones de empresas de materias primas tengan un gran desempeño, y no deje que eso lo altere demasiado. “No trates de jugar el juego o te meterás en problemas y en cosas en las que no eres particularmente bueno”, señala.




Dan Fuss Loomis, Sayles & Co.
Es un consejo muy frecuente, pero si proviene de un gestor experimentado como Dan Fuss, de 81 años, tiene credibilidad. El vicepresidente del directorio de Loomis, Sayles & Co., y cogestor de portafolio del fondo de US$25.000 millones Loomis Sayles Bond, afirma que ser paciente es uno de sus principios básicos, en especial cuando se trata del mercado de bonos. Los otros son conocer sus riesgos específicos, entender cómo está cambiando el mundo y comprender el costo de un recambio.

Invertir es una maratón, concuerda Osterweis. “No puedes correr al ritmo de los que llevan la delantera porque podrías quedarte sin resto y probablemente te estés encaminando a algún tipo de desastre”, dice. Aboga por inversiones que podrían no estar de moda pero pueden ayudar a soportar épocas difíciles cuando el resto de los mercados se tambalee.

Osterweis recuerda cómo en los años 90, cuando la mayoría de la gente compraba acciones de tecnología y telecomunicaciones, su firma decidió invertir en sectores que se consideraban poco interesantes en ese momento. “Encontramos empresas en industrias que la gente consideraba bastante aburridas y por lo tanto tenían buenos precios, y luego el mercado colapsó y perdimos mucho menos que el mercado. De hecho, en 2000 estábamos en territorio positivo y el mercado estaba a la baja”.

Algunos de los veteranos sostienen que no les interesa la jubilación porque disfrutan de lo que hacen.

“Invertir es mi único pasatiempo”, asegura Segalas. “No sé qué otra cosa haría”.
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¿puede el dinero comprar la felicidad?




En los últimos años, nuevos estudios nos han dado una mayor comprensión de la relación entre lo que ganamos y cómo nos sentimos. Los economistas han estudiado el vínculo entre los ingresos y la felicidad en los países, mientras los psicólogos han indagado por qué el dinero nos mueve de cierta forma.

Los resultados tal vez parezcan obvios a primera vista: sí, las personas con ingresos más altos son, en general, más felices que los que luchan para sobrevivir.

No obstante, al analizar los hallazgos detenidamente, resultan más sorprendentes y mucho más útiles.

En pocas palabras, las últimas investigaciones indican que la riqueza por sí sola no ofrece ninguna garantía de una buena vida. Mucho más importante que un ingreso alto es cómo se gasta. Por ejemplo, regalar dinero genera mucha más felicidad en las personas que derrocharlo en sí mismos. Y cuando lo gastan, las personas son mucho más felices cuando lo usan para experiencias como viajes que para adquirir bienes materiales.

A continuación, lo que dicen las últimas investigaciones sobre cómo la gente puede emplear su dinero de forma más inteligente y maximizar su felicidad.

Las experiencias valen más de lo que uno piensa

Numerosos estudios en los últimos 10 años han demostrado que las experiencias de la vida nos dan un placer más duradero que las cosas materiales y, sin embargo la gente prioriza los bienes tangibles.

Ryan Howell, profesor adjunto de psicología en la Universidad Estatal de San Francisco, se dispuso a resolver este enigma. En un estudio publicado este año, halló que la gente piensa que las compras materiales ofrecen un mejor valor porque las experiencias son efímeras y los bienes duran más. Por lo tanto, si bien de vez en cuando gastan en grandes vacaciones o entradas para conciertos, cuando son más cuidadosos con el dinero se quedan con los bienes materiales. Sin embargo, Howell halló que cuando la gente recordaba las compras que había hecho, se daba cuenta de que las experiencias proporcionaban más felicidad y un valor más duradero.

Thomas Gilovich, profesor de psicología de la Universidad de Cornell, ha llegado a conclusiones similares. “Las personas a menudo hacen un cálculo racional: tengo una cantidad limitada de dinero y puedo ir allí o puedo tener esto”, explica. “Si voy allí, será genial, pero acabará enseguida. Si compro esta cosa, al menos siempre la tendré. Objetivamente eso es verdad, pero no psicológicamente. Nosotros nos adaptamos a nuestros bienes materiales”.

Este proceso de “adaptación hedónica” es lo que dificulta tanto la compra de felicidad mediante cosas materiales. Las experiencias, en cambio, suelen satisfacer nuestras necesidades subyacentes, señala Gilovich.

Muchas veces, las experiencias se comparten con otras personas, lo que nos da un mayor sentido de conexión, y forman una parte más amplia de nuestro sentido de identidad. Algo crucial es que no solemos comparar nuestras experiencias con las de otras persoSnas, como sí lo hacemos con las cosas materiales, agrega. Además, la gente obtiene más placer a la espera de experiencias que de compras materiales, que parecen causar impaciencia.

No se adapte a lo que compra

Una de las principales razones por la que tener más cosas no siempre nos vuelve más felices es que nos adaptamos a ellas.

“Los seres humanos son excepcionalmente buenos al acostumbrarse a cambios en sus vidas, especialmente a cambios positivos”, dice Sonja Lyubomirsky, profesora de psicología de la Universidad de California en Riverside. “Si sus ingresos aumentan, les da un estímulo, pero luego sus aspiraciones también aumentan (...) Tratar de prevenir eso o frenarlo es un gran desafío”.

Un método que puede funcionar, afirma, es mantener un sentido de apreciación y gratitud por lo que uno tiene, ya que el proceso de adaptación proviene de dar por sentado lo que uno posee. La variedad, la novedad o la sorpresa también pueden ayudar a disfrutar más las posesiones. “Cuando las cosas no cambian, ahí es cuando uno se adapta a ellas”, asevera. Intente compartir sus objetos con otras personas y abra sus puertas a nuevas experiencias, recomienda.

Trate de regalarlo

La paradoja del dinero es que, si bien ganar más tiende a mejorar su bienestar, nos hace más felices regalarlo que gastarlo nosotros mismos.

Ese fue el hallazgo de una serie de estudios realizados por Elizabeth Dunn, profesora adjunta de psicología de la Universidad de Columbia Británica y autora del libro Happy Money (algo así como Dinero feliz).

Empezó dando dinero a estudiantes en el campus, diciéndoles a unos que lo gastaran ellos mismos y a otros que compraran cosas para otra persona. Estos últimos fueron mucho más felices.

Dunn ha repetido el experimento en otros países y también amplió el estudio para evaluar si la gente seguía siendo más feliz regalando su propio dinero. Descubrió que en países tan diversos como Canadá, Sudáfrica y Uganda, obsequiar dinero consistentemente producía más felicidad, incluso cuando las personas eran relativamente pobres.

Lo que afecta la felicidad no es tanto la cantidad de dinero que se da, sino el impacto que uno percibe de la donación, agrega Dunn. Si ve que su dinero marca la diferencia en la vida de alguien más, lo hará feliz incluso si la cantidad que dio es baja.

Asegúrese de comprar tiempo

También es importante considerar la forma en que sus compras afectarán cómo pasa su tiempo. “Use el dinero para comprar un mejor tiempo”, dice Dunn. “No compre un auto ligeramente más elegante para tener asientos con calefacción durante un viaje de dos horas al trabajo. Compre un lugar cerca del trabajo, así puede usar la última hora de sol para patear un balón en el parque con sus hijos”. Otra forma de comprar tiempo es tercerizar tareas que no le gustan, agrega.

El dinero trae felicidad sólo hasta cierto punto

Los investigadores dividen la felicidad en dos componentes. El primero es “evaluativo” y Lyubomirsky lo define como el “sentimiento de que su vida es buena, está satisfecho con su vida, está progresando hacia sus metas” El otro es “afectivo”, que mide con qué la frecuencia uno siente emociones positivas como la alegría, el cariño y la tranquilidad, comparado con emociones negativas, dice la especialista.

Daniel Kahneman y Angus Deaton de la Universidad de Princeton descubrieron que cuando analizaron mediciones afectivas, la felicidad no aumentaba después de que una familia alcanzaba un ingreso anual de aproximadamente US$75.000. No obstante, notaron un consistente aumento de satisfacción general con su vida.

La conclusión es que cuando uno no tiene mucho dinero, una pequeña suma adicional puede hacer una gran diferencia, debido a que hay más necesidades esenciales que cubrir. Pero a medida que uno acumula riqueza, se vuelve más difícil seguir “comprando” más felicidad.


No se descontrole

Finalmente, los investigadores concuerdan en que gastar más de lo que uno puede pagar conduce a la miseria. Ocuparse de sus necesidades básicas y alcanzar un nivel de seguridad financiera es importante.

Gilovich dice que, si bien sus investigaciones muestran que las experiencias de vida generan más felicidad que los bienes materiales, la gente debería, obviamente, comprar primero las cosas esenciales.

En tanto, algunos estudios han demostrado que la deuda tiene un efecto perjudicial sobre la felicidad, mientras que los ahorros y la seguridad financiera suelen aumentarla. “Desde el punto de vista de la felicidad, es más importante reducir la deuda que acumular ahorros”, afirma Dunn.

Así que antes de gastar todo su dinero en unas vacaciones soñadas, asegúrese de cubrir sus necesidades básicas, pagar sus deudas y tener suficiente para protegerse de los problemas de la vida.
fuente:www.gestion.com.pe
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Los cajeros de banco luchan por no desaparecer




Richard Davis comenzó a trabajar como cajero de banco el día que cumplió 18 años. Casi cuatro décadas más tarde, dirige U.S. Bancorp, (USB) uno de los mayores prestamistas de Estados Unidos.

“Algunos de los mejores banqueros encontraron el camino para llegar a su puesto tras comenzar como cajeros”, dice Davis, quien comenzó su carrera en Security Pacific Bank en Los Ángeles en 1976.

Hoy en día, pocos jóvenes de 18 años que empiezan su carrera detrás del mostrador de un banco pueden prever terminar en dirigiendo el banco.

Los cajeros son desde hace tiempo una de las características más visibles de un banco: el rostro de la institución para muchos consumidores que visitan las sucursales regularmente. Pero las presiones para reducir costos, los desarrollos tecnológicos y los hábitos de consumo cambiantes están reduciendo la cantidad de personas en este rol, lo que limita su influencia y reduce sus salarios.

“El cajero es una especie en peligro”, afirma Harley Shaiken, economista laboral de la Universidad de California en Berkeley, quien ha investigado salarios y condiciones laborales en el sector de servicios.

En una encuesta realizada a principios de este año por la firma contable y de consultoría Crowe Horwath LLP, el cajero promedio en Estados Unidos, que trabaja a tiempo completo y que tiene pocos años de experiencia, gana US$25.738 en total durante un año, 2,9% menos que el año previo y el salario más bajo entre las 28 funciones bancarias analizadas en la encuesta.

Según los datos más recientes de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU., el salario anual medio de los trabajadores estadounidenses es de US$46.440.

Desde 2002, la compensación total de un cajero con experiencia ha caído 3,8% tras un ajuste por inflación, según datos de Crowe Horwath ingresados en la calculadora de inflación de la Oficina de Estadísticas Laborales. Durante el mismo período, el sueldo de un oficial de préstamos comerciales aumentó 9,8% ajustado por inflación.

Los problemas financieros de los cajeros ponen de manifiesto las dificultades en el sector bancario estadounidense.

A medida que las nuevas regulaciones y un débil crecimiento económico afectan el balance, los bancos han sentido presión para eliminar sucursales y empleados.

La cantidad de sucursales bancarias en EE.UU. hace poco bajó a su menor nivel desde 2005, y más de 4.800 filiales cerraron desde el máximo en 2009, según datos de Federal Deposit Insurance Corp.

Entre 2007 y 2013, la cantidad de cajeros bajó 13,2%, equivalente a 80.280 puestos de trabajo, a 527.680, un mínimo de 11 años, según de la Oficina de Estadísticas Laborales (OEL). Entre 1999 y 2007, los bancos sumaron 154.820 cajeros, según datos de la OEL.

J.P. Morgan Chase JPM +0.97%  & Co., el mayor bancos por activos en EE.U., prevé que para el año próximo habrá reducido la cantidad de empleados en sus sucursales, excepto gerentes, en 20% frente a 2011. También ha remodelado filiales, reduciendo el espacio para cajeros en alrededor de un tercio, para hacer lugar para oficinas donde los empleados del banco puedan asesorar a los clientes sobre temas financieros.

Herramientas en línea y cajeros automáticos más sofisticados han crecido en popularidad en los últimos años, lo que significa que las sucursales ya no necesitan tantos trabajadores para ocuparse de depósitos en efectivo y cambiarles cheques a los clientes.

Con el auge del comercio electrónico en muchas industrias, algunos trabajos iniciales se han vuelto menos comunes, quitándole opciones a los jóvenes y eliminando un camino del que solían salir muchos gerentes.

Davis, el presidente de banco que empezó como cajero, dice que hoy los cajeros se parecen a los trabajadores de aerolíneas que aún facturan el equipaje de los pasajeros pero no tienen que entregar tantos boletos como antes.

El ejecutivo de U.S. Bancorp también predijo que en el futuro seguirá habiendo cajeros, pero que tendrán más destrezas. “Todos decían que para el año 2000 no habría más cajeros”, dijo Davis. Aunque las nuevas herramientas bancarias en smartphones “sumaron otra forma para que los clientes accedan al banco, no eliminaron la necesidad de un cajero”.

En algunos bancos, las tareas de los cajeros están siendo consolidadas lentamente en el rol de “banqueros universales”, que tienen más experiencia en productos como préstamos y tarjetas de crédito.

Esos cambios podrían detener una lenta caída en los salarios de los cajeros, que se ha deteriorado frente a los de otros roles bancarios como secretarias y empleados contables.

El año pasado, el ingreso promedio de un cajero era de US$12,21 la hora en EE.UU., según la OEL, unos US$5 más que el salario mínimo federal estadounidense de US$7,25.

Algunos cajeros tienen problemas para llegar a fin de mes. En 2009, cuando trabajaba de cajera en un banco de Queens, Nueva York, Glorivee Caban y su bebé pasaron una semana en el piso de un albergue para personas sin techo. Luego pasó a una habitación en otro albergue, tras abandonar un apartamento que ya no podía pagar.

Caban, que en ese momento tenía 21 años, ganaba US$11 la hora, y trabajaba 24 horas por semana. Pidió sumar horas a su jornada pero dijo que el banco no accedió.

Este año, Caban dejó el banco y comenzó a trabajar administrando los pagos en un consultorio dental en Nueva Jersey por US$17 la hora, con beneficios. Ahora vive en un apartamento de dos dormitorios.

“Cuando comencé a trabajar en el banco, estaba entusiasmada y pensé que mi vida sería genial”, dice. “Pero luego mis sueños se hicieron añicos”.

—Julie Steinberg y Emily Glazer editores de Wallstreet journal
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domingo, 25 de enero de 2015

Ikea abre su tienda más grande del mundo en Corea del Sur



La multinacional sueca Ikea ha abierto en Corea del Sur su tienda más grande del mundo. Situada en la ciudad de Gwangmyeong, cuenta con una superficie de 131.500 metros cuadrados y supera al hasta ahora mayor centro mundial de la firma, localizado en Estocolmo (Suecia) y que ocupa 55.200 metros cuadrados.

Se trata de la primera tienda del retailer en el país surcoreano. Ikea ha explicado que esta apertura responde a la amplia demanda de los consumidores de este mercado. Con este desembarco, la firma sueca se encuentra así con competidores de la talla de Carrefour o Walmart.
La cadena sueca cuenta con un enorme catálogo de más de 8.500 productos y muchos de ellos han sido adaptados a las necesidades del público asiático.
Ikea tiene presencia en 43 países, a través de sus 365 establecimientos, se verán incrementados, al menos con los cinco adicionales que Ikea planea abrir en Corea del Sur planea hasta 2020.

La firma sueca Ikea prepara su desembarco en Navarra, más en concreto en el Parque Comercial Galaria de Cordovilla, aunque no lo hará con los establecimientos de grandes dimensiones como los más cercanos a Pamplona de Zaragoza o Barakaldo (Vizcaya).
Este pequeño formato denominado “Ikea Pickup” es un modelo de establecimiento que ya funciona en las islas Canarias y en Baleares. El establecimiento que contará con un espacio reducido de venta está ubicado en la nave que ocupó Fly.
En este caso, se tratará de un punto de entrega de artículos que los clientes navarros hayan adquirido en sus tiendas o a través de su página web o por teléfono y que se espera esté en funcionamiento a mediados del próximo año.
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Cinépolis continuará su consolidación fuera de México


La firma de entretenimiento enfocará su crecimiento y expansión en países emergentes.
Cinépolis, la principal cadena exhibidora de México, enfocará su crecimiento en países emergentes, donde la clase media se ensancha y el ingreso disponible para sectores como el entretenimiento aumenta.
“En México, entre el 2004 y el 2014, el porcentaje de hogares que acudían al cine casi se duplicó, por eso hemos tratado de ofrecer nuestros servicios a las clases medias de otros países”, comentó Alejandro Ramírez, CEO de Cinépolis.
Actualmente, la firma de la familia Ramírez tiene presencia en México, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Colombia, Perú, Brasil, India y Estados Unidos.
Buscan consolidarse en la India



La Organización Ramírez, propietaria de la cadena de cines Cinépolis –primera exhibidora en México y quinta más grande del mundo– se ha convertido en la empresa extranjera del sector más importante de la India -donde ya contaba con algunas salas- gracias a la reciente adquisición de Fun Cinemas.

Para la compra, la multinacional mexicana, presente también en Centroamérica, Estados Unidos y Colombia, ha tenido que desembolsar un total de 77 millones de dólares al Grupo Essell, conglomerado empresarial al que pertenecía la cadena de multiplex indio. Esto supone un gran crecimiento para la compañía que pasaría a ocupar la cuarta posición en el país, informa Variety.

Cinépolis, que empezó a operar en la India desde el año 2010, cuenta con ciento diez pantallas distribuidas en diferentes ciudades del país asiático como Amritsar, Pune, Bangalore, Patna, Ahmedabad, Surat, entre otras y tiene previsto que su crecimiento continúe.
Para ello, se servirá de la incorporación de las 83 salas –la mayoría de propiedad absoluta– de las que dispone Fun Cinemas, aunque otras operen en régimen de franquicia. Su objetivo a corto plazo es conseguir cuatrocientas salas en 2017, refirió Alejandro Ramírez, CEO de Cinépolis.
En los cinco años que lleva Cinépolis en India se abrieron 110 y el último cine se abrió en Bombay. Cuenta con 14 salas, incluyendo el VIP, del cual la empresa mexicana es pionera a nivel mundial; una sala 4DX; sala Imax; una sala con sonido Atmos.
“Tecnológicamente es el cine más avanzado en India. Las expectativas que se tienen en este país son altas, le estamos apostando a largo plazo, nuestro objetivo es alcanzar 400 pantallas para 2017”, comentó Mayda Reyes Martínez, directora de Preconstrucción de Cinépolis.
Cabe destacar que hasta ahora, sólo un puñado de empresas mexicanas se ha aventurado a conquistar el mercado asiático, lo que para Mayda Reyes es un error dado el potencial que presentan países como India, que ofrece oportunidades en infraestructura, retail y comida.

Proyectan su crecimiento en Chile

Recientemente, Cinépolis anunció la compra de la cadena chilena Hoyts, con lo cual su operación internacional aumentará y, en total, cubrirá 12 países, incluyendo a México. La firma que acaban de adquirir es la mayor exhibidora de películas en Chile con una participación de mercado estimada de 40 por ciento.
Cinépolis que dirige Alejandro Ramírez concretó la compra de la cadena chilena exhibidora de películas Cine Hoyts, confirmaron fuentes del sector en México en una operación cuyo monto aún se desconoce.
“Con esta operación, Cinépolis amplía sus operaciones de 11 a 12 países”, señaló una de las fuentes consultadas.
Según su página de internet, Cine Hoyts es propiedad del Grupo Chilefilms, líder en servicios audiovisuales de Latinoamérica y que participa mundialmente en la industria de entretenimiento. Cuenta con 700 empleados, 69 salas tradicionales, que incluyen 13 del tipo 3D, cuatro Premium Class y una Vip.
“Con más de 15 mil butacas, distribuidas en 9 complejos en la Región Metropolitana y la V Región, todas equipadas con la más moderna tecnología y Sonido Dolby y Digital”, describe el sitio de internet.
Firmes en México

Pero el crecimiento de La Organización Ramírez, surgida en Morelia, Michoacán, en los primeros años 70, no es algo que solamente se dé en el extranjero.
Recientemente se dio a conocer la noticia de que la compañía tiene la intención de abrir doscientas salas más en México, el país más cinéfilo de América, en 2015, con lo que llegarán a las tres mil en todo el país.
Según informaba recientemente la edición mexicana de Forbes, Cinépolis tiene salas en 11 países, y en México operan más de 5000 salas (cifras de 2011) y en datos de Canacine manejaba en 2011 casi el 60% de la audiencia cinematográfica mexicana y de los ingresos en taquilla.
Mauricio Vaca, director de Finanzas de Cinépolis, indicó a la revista estadounidense que el 90% de su cifra de negocios estaba hasta ahora en el país, aunque con expansiones foráneas como esta puede que cambie el porcentaje.
Además de diversas iniciativas filantrópicas, la Organización Ramírez financia y organiza el Festival de Cine de Morelia, que en pocas ediciones se ha convertido en uno de los más importantes del país mexicano, junto al de Guadalajara.
Cinépolis
Hasta principios de diciembre de 2014, Cinépolis contaba con un total de 401 complejos en 95 ciudades de México y en 10 países más donde tiene presencia. Operaba con 3 mil 485 salas de cine 100 por ciento digitales, 13 IMAX, 71 Macro XE y 304DX con un total de 635 mil 430 butacas.
Con más de 40 años de trayectoria y el cuarto lugar a nivel mundial entre cadenas de exhibición (la más importante fuera de los Estados Unidos), Cinépolis tiene presencia en países como: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Colombia, Perú, Brasil, India y Estados Unidos.
En 2015, Cinépolis planea abrir más de 200 salas en México, con lo cual llegará a 3 mil unidades en México, de acuerdo con Ramón Ramírez, director de Relaciones Públicas de la compañía.
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